El verdadero motor de la creatividad no es la inspiración, sos vos.

¿Por qué esperar que la inspiración te encuentre cuando sos vos quien puede salir a buscarla?

Todo a tu alrededor puede ser objeto de un poema: tus afectos cotidianos, la casa en la que creciste, los almuerzos del domingo en la casa de tu abuela, una anécdota de la infancia.

¡Salí a buscar tu tema de escritura!